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Un pedacito de tierra llena de tradición y amor por el campo

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Foto: León Darío Posada es un campesino del corregimiento de San Cristóbal que vive en la vereda El Patio, donde es líder de la Junta de Acción Comunal. Fotógrafo: ...

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  • Foto: León Darío Posada es un campesino del corregimiento de San Cristóbal que vive en la vereda El Patio, donde es líder de la Junta de Acción Comunal.

    Fotógrafo: Foto Alcaldía de Medellín

    2021-06-04

    Un pedacito de tierra llena de tradición y amor por el campo

    Por: Nathalia Bedoya González

    Un café sabe mejor si se toma mirando el paisaje, una papa en la mesa se disfruta más si va de la tierra directamente a la cocina y un amanecer sin duda alguna recarga de energía si viene acompañado del sonido de un gallo, dicen quienes consideran el campo su casa y su inspiración, como León Darío Posada. Él es un campesino del corregimiento de San Cristóbal que vive exactamente en la vereda El Patio, donde es líder de la Junta de Acción Comunal. Hace 50 años su papá, Darío Posada, compró el terreno donde actualmente vive y donde aprendió desde muy niño a trabajar la tierra.

    “Acá en la finca tengo cebolla, naranja, yuca, cilantro, café, plátano y entre otras cositas. Esta tierra es muy agradecida, por eso el campo es a lo que me dedico al  100 % y amo esta labor que me inculcaron desde muy pequeño”.

    En la finca vive con su hermana, mamá, sobrino y su hija, Carolina Posada de 21 años, quien también ama el campo y conoce los procesos de la agricultura pero, decidió estudiar Psicología apoyada por su padre.

    Corregimiento de San Cristóbal

    A pala y pico junto con su papá y los vecinos que llegaron por la misma época que su familia, empezaron a construir las vías de acceso que llevan a este importante  corregimiento de Medellín.

    “Lo primero que me acuerdo de la finca es que se llegaba por lo que llamamos un camino de bestias. Por acá no había vías y lo primero que hicimos, fue empezar una huerta, donde sembramos apio, mora y fresa. También recuerdo el proceso de hacer la carretera. Es que mi papá era uno de los líderes del sector y veíamos muy contentos la unión de los campesinos de la zona para realizar el primer tramo y hasta para construir la primera escuela. Él me enseñó a ser líder, él me enseñó a ser persona”, dice León Darío.

    A pesar de que en algún momento le dijo a su padre que se fueran de la finca, hoy con resiliencia, amor y dedicación se ha quedado en estas tierras para ser guía y líder de su comunidad. Sus labores empiezan a las cinco de la mañana y las termina a eso de las nueve de la noche, con un cafecito en la mano y viendo las luces de la ciudad que ya bordean su vereda.

    “Entre mis matas y cafetales soy feliz”, expresa León Darío, orgulloso de que su padre le haya enseñado también a amar el campo, a convivir con sus vecinos y a conservar tradiciones campesinas junto a su familia.

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