Análisis de desigualdades sociales

Las inequidades en salud son diferencias sistemáticas, socialmente modificables e injustas. La equidad es un imperativo ético y un principio esencial de la agenda sostenible de cada país. El progreso en la reducción de la inequidad es un objetivo clave que es fundamental medir, como indicador de efectividad de las Políticas Públicas.

Las desigualdades sociales afectan tanto a los países de ingresos altos como bajos y, en algunos casos, los resultados son aún peores en las zonas urbanas que en las zonas rurales. Así pues, si bien la evidencia de la llamada «ventaja urbana» sugiere que las poblaciones de las ciudades a menudo gozan de mejor salud que las zonas rurales, existen grandes desigualdades en cuanto a las oportunidades sociales y los resultados de salud en el seno de las áreas urbanas, lo que fue identificado por ONU Habitat como el lado oculto de las ciudades.

Estos grupos poblacionales más desfavorecidos forman a menudo parte de una «población invisible» sistemáticamente excluida de la sociedad urbana. Los hogares urbanos pobres, especialmente los asentamientos de tipo informal, son a menudo invisibles en las encuestas de población o en las estadísticas oficiales y con frecuencia no son reconocidos por investigadores y analistas. Si ciertas personas, grupos y áreas no son reconocidos, entonces es más que probable que tampoco reciban servicios sociales y de salud.

Para el análisis de las desigualdades en salud a la luz de los determinantes, utilizamos el modelo conceptual de determinantes sociales de la salud de la Organización Mundial de la Salud, donde además se incluye el territorio como generador de desigualdades en el acceso a bienes y servicios relacionados o no con la prestación de servicios de salud y es el territorio, donde los otros ejes de desigualdad, interactúan y potencian sus efectos.