Medellín le hace “limpiatón” a sus quebradas

¿Sabías que en nuestra ciudad  hay 4217 quebradas, de las cuales 56 son afluentes principales del río Medellín y otros 4161 son afluentes secundarios, localizadas a lo largo de las 16 comunas y los 5 corregimientos del Distrito? En total, suman 1888 kilómetros de una imponente red hidrográfica que demuestra lo rica que es la capital de Antioquia en materia de agua.

Estas cifras nos indican que cada habitante de la ciudad -independiente del barrio donde viva- puede encontrar una quebrada a menos de 500 metros de distancia. Toda esta red llega a un río que tiene 100 kilómetros de extensión, que nace en el Alto de San Miguel -en el municipio de Caldas- que cruza todo el Valle de Aburrá y que hace 84 años -por dictámenes de los gobernantes de turno- se convirtió en el eje que separa al Oriente y al Occidente de Medellín, a través de una canalización.

Decisiones que alteraron el comportamiento del río Medellín

De hecho, hoy la mayoría de las quebradas en Medellín están canalizadas, como producto de esa época de decisiones y le quitaron a ese recurso hídrico el flujo normal y alteraron su recorrido. Hoy, la ciudad convive con el fruto de estas determinaciones que hacen parte del entorno propio de una urbe llena de cauces, que en invierno, se crecen de manera exponencial.

Es decir, las aguas de las quebradas pasaron de correr libres por la montaña hace casi 100 años, a estar canalizadas y desviadas porque se necesitaba espacio para edificar casas, planear parques y crear vías. Medellín creció y sigue creciendo hacia las laderas, por ello, se necesitaba proteger al ciudadano.

Aunque las autoridades hacen la tarea de limpieza, de capacitación y de sensibilización en la comunidad y obras hidráulicas para evitar que los desbordes de las quebradas afecten a la comunidad, es la misma población la que tiene unos deberes con su entorno, uno de ellos, tan simple: no arrojar basuras a los cauces y respetar los retiros propios de las quebradas.

Un hecho que ha ocasionado múltiples tragedias y que la memoria de los habitantes debe recordar, para no repetir la historia. Las generaciones actuales deben entender que es responsabilidad de todos cuidar el entorno donde vivimos y convivimos con otras personas, porque debemos protegernos y evitar que sigan ocurriendo desastres que se pudieron prevenir.

La “limpiatón” 

Es por ello que la Alcaldía de Medellín, por intermedio de la Secretaría de Medio Ambiente, hace limpieza y mantenimiento a 27 quebradas en las cuales se remueven materiales que puedan obstruir y represar el flujo del agua, como medida para prevenir desbordamientos.

Esta estrategia enfrenta -en muchas ocasiones- problemáticas asociadas a una inadecuada disposición de colchones, muebles, telas, llantas y basura en general en las fuentes hídricas.

“Quiero hacer un llamado a la cultura ciudadana. Los daños que generan las lluvias no solo se deben a que estas sean más fuertes, sino a que muchas veces las quebradas se vuelven botaderos de basura. Estamos recuperando esta estrategia por toda la ciudad. Tenemos más de 870 personas limpiando 27 quebradas. Este es un llamado a que cuidemos nuestras fuentes hídricas», enfatizó el alcalde Federico Gutiérrez Zuluaga.

Los sitios de intervención 

Las acciones se emprenden en quebradas como El Zancudo, Cañaveral o Chorro Oscuro, La Herrera, La Bermejala, La Honda, La Madera, La Quintana, La Malpaso, La Iguaná, Chorro Hondo, Las Esmeraldas o El Seminario, Santa Elena, La Hueso, Ana Díaz, La Pelahueso, La Presidenta y La Guayabala, entre otras.

Durante todo el año la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín ha realizado mantenimiento preventivo en 66 puntos críticos de afluentes, con lo que se han recuperado 3491 metros lineales, se han retirado 5753 metros cúbicos de sedimentos y 1150 metros cúbicos de residuos sólidos. Esto equivale a tener unas 150 volquetas llenas de material.

“Es fundamental que como comunidad estemos conectados con nuestro entorno y respetemos nuestras quebradas. Recordamos el compromiso y el papel crucial de la comunidad en el manejo adecuado de los residuos, depositándolos en los sitios establecidos, ya que muchas de las emergencias registradas por crecientes y desbordamientos son originadas por la cantidad de desechos arrojados a las quebradas”, afirmó la secretaria de Medio Ambiente de Medellín, Ana Ligia Mora Martínez.

De Envigado se vino a limpiar La Presidenta 

Luis Javier Rojas es un residente de Envigado que acudió al llamado de la Alcaldía de Medellín para la jornada de limpiatón que se hizo en la ciudad. Con un sentido de pertenencia sin igual, por cuidar la naturaleza y creer que todos debemos aportar, recorrió varios kilómetros de su residencia actual trotando, para estar en la quebrada La Presidenta en El Poblado y unirse a la causa.

“Esto hace parte de todos. Esta quebrada es una belleza y hay que mostrarla limpia. Uno pasa por estos senderos y ve esa basura a lado y lado, uno dice, esto se ve muy feo. Esto es un mal ejemplo que todos damos y por ello digo, es la responsabilidad de todos. Todos tenemos que contribuir para tener limpia la ciudad y recoger esas basuritas que nos encontramos muchas veces en el camino. Aunque el Distrito recoge la basura todos los días y es su responsabilidad, la nuestra no es arrojar la basura al piso. El tema es de corresponsabilidad”. 

Hasta dinero se encuentra

Este año, Johnfer Alexander Bedoya Vera  comenzó a trabajar con la Secretaría de Medio Ambiente, con el fin de devolverle la vida a los parques, como él lo dice, es decir, limpieza, pintura, reformas y ponerlos bonitos para el disfrute de la comunidad. En su recorrido por parques, quebradas, riberas y corredores urbanos, él ha sido afortunado, porque ha encontrado de todo, no siempre cosas desagradables, sino objetos dejados por las personas.

Acá en La Presidenta, encontró $14 000  dentro de un vaso enterrado y recuerda que esta es la tercera vez que el dinero llega a sus manos. “En este oficio me encuentro de todo, absolutamente de todo, desde materia fecal hasta plata, ropa, zapatos. Imagínese que una vez me encontré una caja que contenía unos tenis completamente nuevos, sin usar. Otra cosa, por barrio Antioquia, empezando a laborar, me encontré $150 000 dentro de un pañuelo, en el Popular me encontré $5500 dentro de una bolsa y ya hoy que me encontré $14 000 y ahorita invito a los muchachos a tomar fresquito”. 

Los aprendizajes

Estas intervenciones en estas 27 quebradas de la ciudad dejan grandes mensajes y aprendizajes a la comunidad que estuvo allí, porque no se puede esperar a que llegue el invierno y los caudales de afluentes aumenten y con ello los desastres e inundaciones.

Uno de esos testimonios es el de Margarita María Marín, que vive en el sector de El Velódromo por donde cruza la quebrada La Hueso, quien insiste en lo siguiente: “Espero que la gente colabore y no tire las cosas a las quebradas y las dejen en los puntos autorizados para que los carros de Emvarias las recojan. Todos debemos colaborar.” 

La Administración Distrital de Medellín hace un llamado a la ciudadanía para un correcto manejo de los residuos sólidos y a que estos no se depositen en los afluentes, para así evitar obstrucciones. Estos elementos deben ubicarse en los lugares y horas autorizadas.

Cifras de la “limpiatón”

• Cantidad de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) recogidos: 74 metros cúbicos.
• Cantidad de Residuos Voluminosos (RV) recogidos: 137 metros cúbicos.
• Cantidad de Residuos Ordinarios (RO) recogidos: 215,6 metros cúbicos.
• Cantidad de Limpieza de Zona Verde (LZV) -margen, zona verde y/o cauce- 113 520 metros cuadrados intervenidos.
• Cantidad Área de Mantenimiento en Jardinería (AMJ): 15 115 metros cuadrados intervenidos.

Para reportar anomalías 

Cualquier anomalía o represamiento en las quebradas se puede reportar en la Línea 123. Además, se reitera el llamado a la comunidad para que evite ingresar a cauces y zonas de retiro cuando llueva, debido a los riesgos de crecimiento del caudal.

Quebradas libres de escombros o basuras, residuos sólidos manejados adecuadamente, respeto por los retiros de los cauces al no construir cerca de ellos y estar atentos a cualquier situación, son claves para que Medellín siga siendo esa Tacita de Plata que tanto queremos y para evitar emergencias que se conviertan en situaciones dolorosas.  Esa es la consigna.