Historias detrás del Desfile de Silleteros

Un pionero, el encargado del Taller de los Silleteros, una silletera que desfila por primera vez, una jurado y un fotógrafo que cubre el desfile para la Alcaldía de Medellín desde el año 1987 y que hoy lo hará por última vez como servidor público, son los protagonistas de estas breves historias, que se tejen alrededor de este evento que resalta la cultura ancestral de nuestros campesinos del corregimiento Santa Elena.

«Ser uno pionero es estar viejo, pero también es tener toda la experiencia para soportar esta bella tradición»

Dando unas vueltas por los espacios del desfile, buscando historias para contar, nos encontramos a don Octavio Zapata García, silletero pionero, que viene de la vereda El Rosario de Santa Elena.

A pesar de sus 87 años de vida, su cara todavía refleja el orgullo de desfilar por su tradición y por toda una ciudad que lo aclama y lo arropa.

Octavio Zapata García

Don Octavio, de voz fuerte y rasgos muy característicos de nuestros campesinos, nos cuenta que viene desfilando hace unos 54 años o más y ya como pionero se ha convertido en uno de los íconos de este desfile.

«Hombe, uno ser pionero es estar viejo. Después de los 66 se es pionero, pero también se tiene toda la experiencia para soportar esta bella tradición. Yo con mis silletas tradicionales no dejo de vivir esta emoción del desfile» aclara.

Octavio Zapata García

Casi de inmediato, nuestro silletero pionero, nos cuenta que durante todos estos años recorriendo las calles de la ciudad, el desfile se ha venido transformador para el bien de todos «A nosotros nos tocó cobrar 8000 mil pesos por silleta y nos pagaban en Junín y ahora nos recogen, nos llevan, nos atienden, nos tratan con aprecio y respetan. Hace unos 35 años salíamos a la carretera de Rionegro con el viaje cargado y no le cuento toda la historia. Sí le digo, que recuerdo muy bien mi primer desfile que salía desde Cundinamarca y llegaba al Parque de Berrío y yo con mi silleta tradicional de toda la vida».

Don Octavio nunca ha ganado en un desfile, pero cada año lo hace con el mismo orgullo y tesón, como si fuera la primera vez.

Su primera vez en el desfile, gracias a su abuelita que le dio “el regalo más grande”

Laura Tatiana González Alzate, habitante de la vereda Mazo. Compite en la categoría emblemática con un mensaje que dice “Lazos ancestrales, saberes inmortales” y se ganó el derecho a participar por primera vez. Tiene 35 años, es administradora de empresas de la Universidad Autónoma Latinoamericana y asesora de servicios de Comfenalco en parque Arví.

Laura Tatiana González Alzate

No cabe de la dicha en su cuerpo por saber que va a desfilar por primera vez y entre todo lo que nos dijo destaca que “este momento lo esperé toda una vida… ser parte de esto y saber que mi abuelita desde el cielo me da toda la energía y fue ella la que me inculcó todo esto”.

Un taller para los silleteros

Previo al Desfile y durante el mismo, un grupo de personas prestan servicios a los silleteros para desvararlos de alguna circunstancia fortuita. Una alpargata que se dañó, una silleta que quedó afectada, unas flores que se deben pintar y otros imprevistos que se presentan.

67 Desfile de Silleteros

Es un servicio prestado por la Alcaldía de Medellín y que es de gran utilidad para ellos. Hablamos con Andrés Felipe Escobar, publicista de 40 años, quien es el encargado de direccionar a este equipo de trabajo del Taller de Silleteros, quien nos contó algunos aspectos de esta labor.

La jurado

Lina Moreno lleva varios años en su labor de jurado del Desfile de Silleteros. Hablamos con ella sobre esta tarea tan compleja y difícil de seleccionar a los mejores, en medio de tanto esplendor.

Lina Moreno

En primer lugar, que cumplan con los requisitos de cada categoría, o sea, si son las artísticas, que puedan tener volumen; si son las tradicionales, que se armen con moños de flores; que cumplan con esos requisitos propios y en segundo lugar, una vez la silleta clasifica, se mira su composición, porque al principio se ven todas iguales, pero en la segunda pasada usted empieza a ver que las flores están bonitas o que hay una flor que no debe estar ahí o mira la distribución adecuada del color”.

Sobre su tarea como jurado expresa que: “mi papel como jurado, aunque va a sonar feo, es abstenerme de expresar una emoción, así la sienta, pero no debo, no se pueden tener muestras de emotividad”.

Y nos expresó doña Lina el orgullo que siente de ver a los silleteros. “ Hablaba con una señora que es ya la cuarta generación de una familia silletera, su padre fue fundador y ahora esta su descendencia y ese es el orgullo y la satisfacción que ellos expresan”.

El fotógrafo

Su nombre es Carlos Vidal Álvarez y es fotógrafo al servicio de la Alcaldía de Medellín desde 1986. Para él, cubrir el Desfile de Silleteros “es un desafío fotográfico, es un reto profesional y es una especie de tobogán, porque en cuestión de sensaciones no solamente es registrar la belleza natural, si no que hay que tratar de ahondar en el sentimiento, en esa fuerza interior y en esa alegría que tiene el silletero, ya que en vez de fuerza es el alma y la alegría por esta tierra lo que les impulsa a cargar estas silletas tan pesadas, que yo no sería capaz de cargar, ni en mis mejores años de juventud”.

Carlos Vidal Álvarez

Destaca del desfile la calidad de los jurados. “Desde hace unos años he visto a la señora Lina Moreno, exprimera Dama de la Nación, como jurado y varias veces la he visto llorar escuchando no las tristezas, sino las alegrías de algunos silleteros y eso me indica la gran calidad humana de quienes ejercen esta delicada misión”.

Carlos Vidal Álvarez

Este es su último Desfile de Silleteross al servicio de la Alcaldía de Medellín y frente a este hecho, luego de un momento de reflexión, manifiesta que: “siento nostalgia y tristeza, pero nadie me va a quitar el recuerdo de la sonrisa de los silleteros cuando desfilan y son aplaudidos por el público y siento mucha satisfacción de haber compartido estos instantes con muchos colegas de los medios de comunicación”.

Breves historias que abundan en este mar de flores y de silletas que con sus manos y con su ingenio hacen nuestros silleteros de Santa Elena.